autonomos y el domicilio fiscal

Domicilio fiscal de un autónomo

El domicilio fiscal es la dirección utilizada por los autónomos y pymes en su relación con la administración pública española. Así pues, la Administración Tributaria utilizará dicho domicilio para enviar cualquier tipo de notificación al autónomo. La dirección fiscal se designa a través del modelo censal 036/037.

Cuando un organismo público envía una notificación al domicilio indicado por el profesional, éste se dará por enterado aunque no recoja dicha notificación. El domicilio fiscal también aparece en todas las facturas que el autónomo expide y recibe.

Como puedes ver, la elección del domicilio fiscal es un aspecto importante a la hora de iniciar la actividad profesional como autónomo. Por este motivo, es importante tener claras todas las implicaciones que tiene elegir una u otra dirección. Frecuentemente, los autónomos escogen su vivienda habitual como domicilio fiscal, pero en muchos casos esto no es lo recomendable.

Diferencias entre dirección fiscal y domicilio de actividad

La dirección fiscal, como ya hemos explicado, es el lugar en el que el autónomo responde ante Hacienda. La Administración Pública enviará todas las notificaciones relacionadas con el negocio a esta dirección. A través del Modelo 036/037 es posible dar de alta o modificar la dirección fiscal del negocio.

El domicilio de actividad es, en muchos casos, diferente al fiscal. Este será utilizado por el autónomo para desarrollar su actividad. Así pues, Hacienda entenderá que esa es la dirección en la que el profesional trabaja y gestiona su empresa. La principal diferencia con el domicilio fiscal es que la administración pública solo utilizará el fiscal para comunicarse contigo.

Adicionalmente, existe el domicilio social que se aplica únicamente a empresas y sociedades. Se trata de la dirección desde la que se administra y gestiona la empresa, por lo que su función es muy similar a la del domicilio de actividad de los autónomos.

Implicaciones de la elección del domicilio fiscal de un autónomo

Muchos autónomos apuestan por la comodidad y eligen su propio domicilio como su dirección fiscal. No obstante, existen diversos motivos para elegir una dirección diferente para responder ante Hacienda. Una alternativa muy interesante es la de establecer tu domicilio fiscal en un centro de negocios. De esta forma, el centro se encargará de recibir y gestionar todas las comunicaciones que recibas, incluyendo las de Hacienda, y atenderá a tus clientes, tanto por correo electrónico como por teléfono o incluso en persona.

Separar la vida personal de la profesional

Es importante establecer límites entre la vida personal y la profesional. Estableciendo el domicilio fiscal en la misma dirección en la que se encuentra tu vivienda dificultará la desconexión del trabajo. Al elegir una dirección diferente, Hacienda y los clientes acudirán a la dirección profesional, sin molestarle ni interrumpirle en su vida personal.

El centro de negocios se encargará de atender tu negocio cuando no te encuentres trabajando. De esta forma, podrás desconectar tras una dura jornada de trabajo sabiendo que tu negocio sigue estando disponible para tus clientes.

Facilitar la relación con los clientes

En todas las facturas expedidas y recibidas aparece la dirección fiscal. Al elegir una diferente al domicilio habitual, se impide que los clientes traten de contactar contigo en tu vivienda. Al establecer la dirección en un centro de negocios, serán los empleados del mismo los que atiendan a todos los clientes que traten de dirigirse a tu negocio. Atenderán el teléfono, las visitas presenciales e incluso el correo electrónico, por lo que estarás disponible en todo momento para tus clientes.

Del mismo modo, el centro de negocios cuenta con despachos en los que podrás reunirte con tus clientes. Esto dará una imagen de seriedad y profesionalidad a tu empresa al disponer de un espacio excepcional en el que recibir a todos tus clientes y futuros socios.

Mayor privacidad

La privacidad del autónomo es otro aspecto esencial a la hora de elegir el domicilio fiscal. Si no quieres que la dirección de tu vivienda aparezca en todas tus facturas, tanto las emitidas como las recibidas, o no quieres que Hacienda conozca el lugar en el que resides, la mejor opción es elegir un domicilio fiscal alternativo. De esta forma, nadie será capaz de encontrarte en tu vivienda.

Al domiciliar tu negocio en un centro de negocios, los clientes y Hacienda tendrán que dirigirse a él cuando quieran comunicarse contigo. El personal del centro de negocios se encargará de recibir y atender todas las comunicaciones, haciéndotelas llegar en el menor tiempo posible, de forma que nunca estarás desconectado de tu negocio.

Como puedes ver, elegir un centro de negocios como domicilio fiscal es una alternativa muy recomendable si quieres mejorar la relación con tus clientes, separar tu vida personal de la profesional y conseguir una mayor privacidad para ti y tus seres queridos.